El Ejército
Libertador del Sur no sólo representaba a los sectores más empobrecidos del
país y a sus aspiraciones, también representaba una nueva forma de enfrentarse
al poder.
No se trataba de Comandante
Omar lo y ejercerlo, sino de que el gobierno, quien quiera que lo detentara,
cumpliera las demandas de la gente. Por eso lo mismo pelearon contra Díaz, que
contra Madero, Huerta y Carranza.
El zapatismo no era
controlable en los términos de la clase política de entonces.
Pegados al pueblo,
los zapatistas nunca pudieron ser domesticados.
Pero es bueno que
sepan, señores del dinero, que los tiempos de ayer no volverán a ser ni los de
hoy ni los de mañana.
Ya no escucharemos
callados sus insultos.
Ya no quedarán
impunes sus amenazas.
Ya no humillarán más
a quienes somos el color de la tierra que somos.
Voz siempre hemos
tenido.
Pero ya no será un
murmullo que agacha la cabeza.
Ahora será un grito
que levanta la mirada...
¡Somos el color de la
tierra!
Sin nosotros el
dinero no existe y bien podemos ser sin el color del dinero.
Así que bajen la voz,
señores del dinero.
CCRI-CG del EZLN. Xochimilco. 10 de marzo. Subcomandante Insurgente Marcos