Somos la dignidad rebelde.
Somos el corazón olvidado de la patria.
Somos la morena sangre que en las montañas ilumina nuestra historia.
Como nuestros antepasados resistieron guerras de conquista y de exterminio, nosotros hemos resistido las guerras del olvido.
Nuestra resistencia no ha terminado, pero ya no está sola.
Comienza la marcha de la dignidad indígena, la marcha del color de la tierra.
La posibilidad de que el otro pueda serlo sin vergüenza.
De que el diferente sea igual en dignidad y en esperanza.
Un mundo con el color de la humanidad.
Con todos los colores, la flor que somos del color de la tierra, mañana tendrá porque tendrá bandera.
CCRI-CG del EZLN. San Cristóbal. 24 de febrero. Subcomandante Insurgente Marcos