"Es la hora de la palabra.

Guarda entonces el machete. Sigue afilando la esperanza.

Camina, camina y habla.

Baja de la montaña y busca el color de la tierra que en este mundo anda.

Sé pequeño frente al débil y junto con él hazte grande.

Sé grande frente al poderoso y no consientas en silencio la humillación para el nosotros que a tu paso se ensancha.

Haz lugar para todos los colores que con el color de la tierra andan.

En el séptimo día entonces llega, llega y busca del color de la tierra la dignidad común levantada.” Los principales.

Nosotros somos guerreros.

Somos los últimos de una generación de hombres y mujeres cuya encomienda colectiva ha sido el ser guardián y corazón de nuestros pueblos.

Como guerreros somos seres de espada y de palabra.

Con ambas debemos resguardar la memoria que nuestros pueblos son y que les permite resistir y aspirar a un mejor mañana.

Como guerreros fuimos preparados en las ciencias y en las artes, en el honor y la guerra, en el dolor y la esperanza, en el silencio y la palabra.

En nuestro camino mucha palabra hermana nos ha alimentado.

Palabra que tiene el color de la tierra y que dignidad habla.

Otras voces buscamos de quien otros es y con nosotros lucha y anda. Palabra que tiene todos los colores que en el mundo se hablan.

En todas las palabras, nuestra palabra anda.

Es la hora de la dignidad, la hora del puente que es también ventana.

Es la hora de ver y vernos, sin vergüenza ni temor.

Es la hora de luchar por la dignidad del color de la tierra y la esperanza.

CCRI-CG del EZLN. Nurío. 3 de marzo. Marcos