Los conflictos sociales no son círculos ni se pueden cortar.
Los conflictos sociales son una espiral.
Y las espirales, como todo mundo sabe, desaparecen cuando se
detienen primero, y luego se va a su origen para eliminarlo.
Detener la espiral de los conflictos sociales significa optar por la
vía del diálogo para darles una salida política, producto de acuerdos conjuntos
que se cumplan.
Erradicar la espiral de los conflictos sociales significa ir a su
origen: una política económica que en lugar de desarrollo procrea rencor
social, muerte y frustración; y un quehacer político cuya puerta mantienen
cerrada el candado del caciquismo, el de la corrupción y de la doblez de
lenguajes e intenciones, remachada, además, por una política que limita al
ciudadano a un calendario electoral.
Mientras las
políticas gubernamentales sigan concibiendo los conflictos sociales con la
ineficiente teoría del "circulo vicioso" que se rompe con el poder
represivo del estado, los problemas nunca serán solucionados y hacer política
en México seguirá siendo el "arte" de simular y posponer.
Y el silencio, ya
se sabe (...) es el fermento de la rebelión.
CCRI-CG del EZLN.
Iguala. 7 de marzo. Subcomandante Insurgente Marcos