Muy lejos nos fuimos para defendernos del gran opresor, para no ser exterminados injustamente. Nuestros primeros abuelos pensaron con su inteligencia y sabiduría, se refugiaron en las montañas más lejanas para enriquecer su resistencia, para sobrevivir con sus formas de gobernarse en lo político, en lo social, lo económico y lo cultural, así nunca pudieron acabar nuestras raíces, así como tampoco nuestra madre tierra nunca muere, ni nuestra madre Luna, ni mucho menos nuestro padre Sol.

No les permitiremos más la injusticia genocida con la muerte silenciosa que llevaron a cabo por más de quinientos años, la guerra de exterminio en contra de los pueblos indios, y de los más empobrecidos de este país.

Somos mexicanos, y por lo tanto la Patria también es nuestra.

CCRI-CG del EZLN. Zócalo. 11 de marzo. Tacho