Reunidos entre el 16 y 18 de julio del 2002 en la ciudad de Managua, Nicaragua, más de mil delegadas y delegados de más de trescientas cincuenta organizaciones de Mesoamérica y otros países hermanos, analizamos los efectos de los megaplanes -del Plan Puebla-Panamá, del Área de Libre Comercio de las Américas y de los Tratados de Libre Comercio- así como los resultados más visibles de la globalización corporativa neoliberal y los planes de ajuste estructural que imponen los organismos financieros internacionales encabezados por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional.
Identificamos que el principal problema con el que se topan las organizaciones populares en su propuesta y en la formulación de sus alternativas es el dominio del sistema capitalista como forma de organización política, económica, social y cultural. Por lo tanto, concluimos en el absoluto rechazo del mismo, así como en la negativa al pago de la deuda externa.
Además detectamos el auge de la militarización en toda América Latina por parte del gobierno de los estadounidenses. En especial queremos resaltar el esfuerzo por implantar bases militares y academias policiales en el área mesoamericana. Por lo que estimamos denunciar y exigir el cese y salida inmediata de estos ejércitos de nuestros territorios.
Las diferentes mesas de trabajo concluimos con un rechazo total al Plan Puebla-Panamá, al ALCA y al TLC, ya que podemos establecer que los mismos son ajenos al desarrollo sustentable de nuestros pueblos, comprometen la biodiversidad, profundizan la situación de pobreza y generan un mayor endeudamiento. Y al mismo tiempo, constituyen la expresión de los intereses del gobierno estadounidense que pretende construir una zona de libre comercio a su servicio y al de las empresas transnacionales en detrimento de nuestros derechos más fundamentales. En consecuencia señalamos que la naturaleza del PPP no es negociable en ninguna instancia y potenciamos la no participación en los procesos de consulta que promueven organizaciones implicadas en su formulación y aplicación.
Por otro lado, en el marco de los debates realizados los días 16-18 de julio, el Foro conoció las resoluciones de los encuentros de dirigentes campesinos, maquilas y represas de la región mesoamericana, y adoptamos los mismos como parte integrante de los acuerdos de este tercer encuentro.
Entre los acuerdos políticos más importantes destacan:
La soberanía alimentaria es para nuestros pueblos una necesidad impostergable y la misma pasa por una intensa lucha para frenar la avalancha de semillas transgénicas y salvaguardar la riqueza biológica del corredor mesoamericano. La lucha por la soberanía alimentaria representa la defensa de nuestros pueblos ante los intentos de convertirnos en países importadores de alimentos, producidos en economías subsidiadas. Es la lucha por un modelo económico que no tenga en la agroexportación su principal sustento, sino el desarrollo de economías donde los campesinos sean los principales actores y beneficiarios.
El desarrollo local y popular, el fortalecimiento de la autonomía municipal y regional, así como los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras y territorios constituyeron otros de los temas centrales del evento, pues para los y las asistentes, la construcción del poder local popular forma parte de una necesidad para el fortalecimiento democrático en nuestros países.
Los pueblos mesoamericanos sufrimos las consecuencias del modelo económico neoliberal que en la práctica nos han inculcado el derecho a producir dada la descapitalización en que se encuentra la economía campesina. Nos han negado la posibilidad de tener un trabajo y cuando éste aparece es carente de los derechos fundamentales, especialmente con las mujeres a quienes las maquiladoras explotan sin respetar sus derechos humanos. La educación, la salud y la cultura que se nos permite están limitadas al desarrollo de las habilidades elementales para ser funcionales al sistema, y la información se restringe para que desconozcamos nuestros derechos a fin de convertirnos en consumidores y usuarios pasivos. Ponemos un especial énfasis en la violación a los derechos más elementales que sufren los migrantes, los jóvenes, las mujeres, niños y ancianos.
Conjuntamente a la divulgación educativa sobre los impactos negativos del PPP, visibilizamos las experiencias de lucha y de trabajo para ir avanzando en la construcción de un modelo económico alternativo basado en la economía popular y en la experiencia de sectores tales como campesinos, pueblos indígenas y garífunas trabajadores y empresas asociativas.
En el Foro se expresó de diversas maneras el apoyo a la resistencia organizada que en diferentes países los pueblos impulsan para impedir la privatización de los principales servicios contemplados en los megaplanes y los tratados de libre comercio. Mención especial merece la lucha de los y las trabajadores de Costa Rica, que en jornadas memorables consiguieron frenar la ley de privatización contra el Instituto Costarricense de Electricidad. Asimismo, se reconoció el levantamiento de San Salvador de Atenco en su lucha para impedir un aeropuerto en sus tierras ancestrales, así como las ocupaciones de cincuenta fincas en Guatemala por el sagrado derecho a la tierra. De la misma manera, el Foro expresó su apoyo a la resistencia zapatista y su demanda legítima por la autonomía, así como condenó el bloqueo estadounidense contra el pueblo cubano.
Hacemos un llamado para impulsar las jornadas de movilización y lucha fijadas para el día 12 de octubre como una demostración del rechazo al PPP y al ALCA, haciendo coincidir este esfuerzo con distintas expresiones de lucha en el día de la resistencia mesoamericana.
Por todo lo anterior, reafirmamos nuestra categórica oposición al PPP y manifestamos que nuestra aspiración es por la construcción de una economía social y popular, sin las políticas impuestas por organismos financieros que subordinan a nuestros pueblos y nos convierten en esclavos del libre comercio.
Ratificamos nuestra disposición a resistir utilizando todas las formas de movilización social que estén a nuestro alcance, colocando siempre por delante las banderas de la dignidad y soberanía nacional, en el marco de una integración solidaria que tenga en los pueblos su principal protagonista.
¡Contra el Plan Puebla-Panamá, por la integración popular de nuestros pueblos mesoamericanos!
Managua, 18 de julio de 2002
Revista Chiapas
http://www.ezln.org/revistachiapas
http://membres.lycos.fr/revistachiapas/
http://www33.brinkster.com/revistachiapas
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Chiapas 14 2002 (México: ERA-IIEc)
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